El extremismo y la militancia en Siria son un problema para la región y para el mundo. La dictadura, junto con la pobreza y la ignorancia, ha fomentado el extremismo, la militancia y la violencia. Esto ha contribuido a crear mayores divisiones en la sociedad siria. Una Siria civil y democrática es la mejor manera de contener y derrotar al extremismo, porque la democracia crearía los canales necesarios y legítimos para que la población presentara sus demandas y quejas al Estado.