Intervención de Ribal Al-Assad ante el European-Atlantic Group, en el Carlton Club, Londres: “Instaurar la democracia y la libertad en Siria: la clave para abordar el extremismo y construir la paz en Oriente Medio”
martes, 18 mayo 2010Es un placer y un honor dirigirme a ustedes hoy en este lugar. Quiero expresar mi agradecimiento al European-Atlantic Group por haberme invitado.
“Siria es un país precioso.” Es lo que dice todo el mundo después de visitarlo. Y es cierto. Nuestras montañas, lugares históricos, pueblos y playas son sitios encantadores. Por otro lado, la reciente aparición de nuevos hoteles y restaurantes en Damasco puede dar la impresión de que la economía está en auge. Pero ese reluciente barniz esconde una sombría realidad. Sí, así es: una sombría realidad. Uno de los motivos por los que estoy aquí hoy es para arrojar una luz sobre los sombríos rincones del país que amo.
Quiero hacer hincapié en los terribles abusos de derechos humanos. Quiero poner al descubierto la corrupción. Quiero ser la voz de todos aquellos cuyas voces han sido silenciadas. Quiero hacer campaña por una Siria libre, democrática y plural que no dependa de Irán, ni tenga un futuro impuesto por este país. La relación debería fundarse en la igualdad.
Quiero que mi hijo crezca conociendo una Siria fuerte, libre, democrática, pacífica y próspera.
Cuando el régimen actual llegó al poder, se albergaban tímidas esperanzas de que liberalizarían el país y que rechazarían los peores excesos del Estado. Estas esperanzas resultaron efímeras y aquellos que criticaban al régimen se dieron cuenta pronto de que no se había puesto fin a las opresiones del pasado: simplemente se habían suspendido temporalmente, listas para ser aplicadas de nuevo a voluntad del Gobierno. La censura de la prensa, las detenciones secretas y las violaciones de derechos humanos han vuelto de la mano del régimen.
Entonces ¿dónde obtiene el régimen su confianza? Quizás la obtiene de los nuevos esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos o de su estrecha relación con Irán. El régimen realiza un ejercicio de equilibrismo entre Occidente e Irán. Da la bienvenida a enviados diplomáticos estadounidenses por la mañana y por la noche recibe a miembros del régimen iraní. El régimen sirio no debería dejarse engañar por las intenciones de Irán. A través del prisma del conflicto árabo-israelí, el objetivo de Irán es utilizar grupos satélite con el fin de ejercer una mayor influencia y control en la región.
Irán ha extendido sus tentáculos por doquier. Financia, arma, entrena y controla a un amplio abanico de grupos de Oriente Medio. El argumento que utiliza Irán ante los árabes es que ayudará a liberar los territorios árabes. Igualmente, utiliza el pretexto de ayudar a los árabes chiítas con el fin de expandir aún más la hegemonía iraní en toda la región, al tiempo que oprime, en su territorio, a sus propios ciudadanos chiítas.
Irán utiliza sus intermediarios para propiciar problemas en Oriente Medio, cada vez que piensa que está a punto de enfrentarse a sanciones impuestas por la comunidad internacional. Irán se pinta como el líder de la llamada “resistencia”. Sin embargo, cuando el Líbano, Siria y Gaza fueron objeto de ataques en diferentes ocasiones durante los últimos años, no hubo señales de Irán. Esta es la razón por la que los aliados de Irán no deberían engañarse y por la que deberían darse cuenta de que están siendo utilizados como moneda de cambio en cualquier negociación futura relacionada con el programa nuclear iraní.
Siria ha estado sometida a la ley de emergencia desde 1963. Esta “medida de seguridad” ha servido de cortina de humo que le permite al régimen arrestar y detener a sus oponentes con asombrosa facilidad. Esta situación no se puede prolongar. Se ha de levantar la ley de emergencia inmediatamente y se debe permitir a la sociedad civil que ejerza sus derechos de asociación y de expresión.
Las dictaduras engendran corrupción. La corrupción genera pobreza. La pobreza da lugar a la ignorancia. De la ignorancia nace el extremismo. El extremismo engendra terrorismo.
Se ha de romper esta cadena.
¿Y de qué forma puede suceder?
He fundado la Organización para la Democracia y la Libertad en Siria, la ODFS. Gracias a ella, fomentaremos una mayor concienciación no solo acerca de los problemas a los que se enfrenta Siria, sino también sobre las esperanzas que existen para un futuro mejor. Si podemos desempeñar un pequeño papel para que se inicie un debate sobre el futuro de mi país – tanto en Siria como en el exterior – habremos obtenido un logro.
Quisiera que todos los grupos que creen verdaderamente en la democracia se sumen a nuestra campaña para traer la democracia y la libertad a Siria. Existen grupos islamistas que afirman creer en la democracia pero no están dispuestos a tolerar a personas que no comparten sus creencias. Consideran a tales personas como infieles. Una de sus principales creencias es la Yihad contra los infieles. Piensan que es el momento oportuno para que ellos lleguen al poder debido al descontento existente entre el pueblo árabe. Por ello, la excusa de la democracia les viene perfecta para hacer un gesto de cara a la galería occidental. Occidente no debería dejarse engañar por un lobo disfrazado de cordero, ya que, tan pronto como llegaran al poder, no serían diferentes del régimen iraní. La solución pasa por educar y dar los medios económicos al pueblo durante un periodo de transición, de manera que pueda albergar la esperanza de un futuro mejor y no sea, por lo tanto, vulnerable a estos grupos islamistas.
Quisiera decir algunas palabras sobre la paz en Oriente Medio. En todo el mundo, las personas desean la paz, la seguridad y la prosperidad. Para que la paz sea real y duradera en Oriente Medio, esta debe tener cimientos sólidos. Es vital que se alcance un acuerdo de entrega de territorios a cambio de paz, por el que se devuelva la totalidad de los Altos del Golán a Siria. El régimen sirio debe reconocer que solo será probable que se consiga la paz si el régimen avanza hacia la unidad nacional, se distancia de Irán y regresa a su hogar árabe. Es imperativo que se alcance una solución que implique la coexistencia de dos Estados, con la creación de un Estado de Palestina viable, independiente y democrático.
La ODFS publicará ensayos de investigación. Escribiremos artículos. Hablaremos con periodistas, formuladores de políticas y comentaristas. Vigilaremos las violaciones de derechos humanos. Daremos una voz a aquellas personas cuyas voces han sido silenciadas. Y lo haremos de modo tranquilo, preciso, y sin miedo ni favoritismos.
Algunos dirán que Siria está mejorando. Algunos harán alusión a los nuevos bares y hoteles de moda. Otros podrán decir que Siria se está liberalizando. Si me permiten la frase, opino que vemos la hoja de parra de la democracia cubriendo la desnudez del absolutismo.
Quiero conectar con los ciudadanos sirios de a pie a través de las plataformas de medios de comunicación de las que dispongo para informarles y educarles sobre la transición pacífica, la sociedad civil y la democracia. Ha de permitirse que los sirios puedan decidir su futuro. Occidente debe aplicar políticas que favorezcan el que Siria avance hacia la democracia, la libertad y la prosperidad y se libere de la influencia de Irán.
Siria merece una constitución nueva y democrática. Merece una igualdad de derechos y una libertad garantizadas, conforme a la ley, con respecto a todas las religiones, pueblos y minorías. Merece unos medios de comunicación libres, así como un proceso verdaderamente democrático que le permita forjarse su propio futuro. Este es el momento para un cambio democrático”.
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